Diario de un brujo psicótico - Recuerdos prohibidos

No sabía como,

pero al dejarle entrar En mi corazón,

y en mi vida,

No sólo se rompió el sello,

que anulaba mis sentimientos

largo tiempo perdidos,

Si no que la noche que

Cris dio el paso,

Y se abalanzó sobre mi,

(Creo que fue más bien un placaje)

Yo por mi parte, me dejé llevar,

y me perdí...

me perdí en sus dulces besos,

En el tacto de

sus manos sobre mi piel,

Sentía como si todo mi cuerpo

fuera a arder

en cualquier momento ,

Hacia décadas que no dejaba

a nadie llegar tan lejos,

pero de algún modo,

su presencia,

E insistencia

me hacían perderme

a mi mismo,

allí entre sus fuertes y cálidos brazos,

a salvo e indefenso.

Como jamás me había sentido,

Dejé que pasará lo inevitable,

Y terminamos en mi dormitorio,

E hicimos el amor toda la noche,

Tan Apasionado y delicado a la vez,

Sus caricias y sus besos embriagadores,

mientras nuestros cuerpos se fundian en uno,

una y otra vez,

en un lento vals en el que el tiempo no existía,

ni importaba.

Tras recobrar el sentido,

Me percaté de que a mi alrededor se había abierto

un bucle temporal,

de pedazos de mi vida,

La muerte de mis padres,

La aldea consumida por las llamas,

La noche más trágica y sangrienta,

El despertar de mi poder,

Mi venganza,

y mi primera masacre...

(todo en la misma noche)...

Entre saltos, entremezclados,

momentos felices de un joven e inocente yo,

Cris de algún modo estaba siendo testigo,

Del horror que fue mi vida,

(Del monstruo que habita en mi...)

Al bajar la guardia,

Mis poderes nos habían traído al único lugar

al que jamás quise regresar,

y sin quererlo lo traje conmigo.

Para que viera como asesine

y masacre a decenas de personas,

Al monstruo de ojos rojos e inyectados en sangre,

sin escrúpulos ni emociones,

La bestia capaz de destrucción semejante.

Mi verdadero ser, mi verdadera naturaleza...

Me miró y entonces tras un terrible e incomodo silencio,

Dijo:

Entonces, que edad tienes?

Yo aliviado,

me Heche a reír,

Mientras las lágrimas caían por mis mejillas,

Por primera vez en décadas.

Por su brusquedad...

por su ingenuidad tan adorable...

y por no juzgarme aún viendo lo peor de mi.

es esto lo que llaman amor?

...

continuara